7.1.10

mas para llamarse alberto, hay que ser bien albertío

se paraba, así, muy erguido, de pie frente a mi.
hablaba muy serio, a veces sonriendo mientras levantaba una ceja. pero la mayor parte del tiempo, serio.
grave, diría yo.
divagaba apasionadamente sobre hume. luego pasaba a bourdieu, mientras se estiraba por un lado hacia bergman y por el otro a las fantásticas ventajas de trabajar independiente.
por mientras, yo sólo pensaba en que estaba antojada de un durazno.
proseguía con la descripción de su viaje por Cuba. de su más prolongada estadía en Buenos Aires, de su phD en California.
era super cool.
yo miraba a lo lejos al tipo de pie en la esquina.
me contó luego de la nueva banda que tenía que ver, del verano que pensaba tener. de sus amigos que tenía que conocer. y volvió la filosofía, postmodernismo y cine sueco.
me fui al poco rato. caminando a casa compré un durazno. no estaba tan bueno.

3 comentarios:

Brightsun dijo...

Que tipo más desagradable pones allí...
(me gustó harto...está como para un cortometraje)

fran en blablacía dijo...

genial pati, simplemente genial!

Anónimo dijo...

ah que amigos más generosos.
gracias queridos