13.6.09

Un cuarzo rosa sobre mi pecho,
una pluma sobre mis rodillas,
una cinta sobre mi vientre,
y sólo tierra bajo de mi.

Escucho retumbes de galopes,
mientras arriba los zorzales enmudecen,
los juncos dejan de mecerse,
y me empiezo a hundir.

Mis pies y mi espalda se humedecen,
la tierra se ha vuelto agua,
el cuarzo una flor de loto,
y la cinta y la pluma se han disuelto
entre que cerré mis ojos y los volví a abrir.

La flor de loto queda suspendida sobre el agua,
mientras los zorzales reanudan su canto,
los juncos su baile,
y yo me disuelvo
entre que cerré mis ojos
y los volví a abrir.

1 comentario:

Pazzistika dijo...

aaaa
maravilloso
me encanta
quiero conversa
con vuestra persona
salid de las aulas y vamos
a pasear