Una caprichosa melancolía lamía los bordes del día, como invitándose a entrar. Nos envolvíamos los unos en los otros, en ese segundo eterno. Tropezamos con el mediodía, y luego con el atardecer. Pero en ese espacio que se creó allí, seguía siendo la hora del desayuno. (...para continuar así por ser)
Oie, tu blog como que estuvo caído un tiempo, ¿qué pasó?
2 comentarios:
Una caprichosa melancolía lamía los bordes del día, como invitándose a entrar.
Nos envolvíamos los unos en los otros, en ese segundo eterno. Tropezamos con el mediodía, y luego con el atardecer. Pero en ese espacio que se creó allí, seguía siendo la hora del desayuno.
(...para continuar así por ser)
Oie, tu blog como que estuvo caído un tiempo, ¿qué pasó?
suspendido.
pudores, falta de inspiración y ganas.
eso pasó.
saludos.
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