la incógnita carcome los huesos.
se van despedazando, desmenuzando, deshaciendo,
desmigajando los pesares,
los rencores disueltos,
las antiguas historias de siempre.
sueltan la carga, alivianan las arterias que bombean
y no cesan.
y se suspende sobre el suelo, en el aire,
con la sensación de cabeza abombada,
como un péndulo, que inclina hacia el suelo.
y se quiere el silencio, la falta de gravedad, la suspensión.
desvanecerse,
existir como partículas blancas mezcladas con la materia.