Yo nazco y muero cada día.
Aborrezco la luz y me desplomo ante la noche.
Yo no sé de vicisitudes, sólo conozco lo que por mi pasa.
Pero no conozco nada.
Los cantos pasan ajenos.
El camino se abre en mil.
Mas no tengo la llave, o
no hay cerrojos, ni puertas.
No hay caminos.
Esos mil pasaron ya volando, se desparramaron por el cielo y me trajeron de regreso.
Les creí una y mil veces. Y seguí creyendo.
Creyendo sin conocer nada.
Aborrezco la luz y me desplomo ante la noche.
Yo no sé de vicisitudes, sólo conozco lo que por mi pasa.
Pero no conozco nada.
Los cantos pasan ajenos.
El camino se abre en mil.
Mas no tengo la llave, o
no hay cerrojos, ni puertas.
No hay caminos.
Esos mil pasaron ya volando, se desparramaron por el cielo y me trajeron de regreso.
Les creí una y mil veces. Y seguí creyendo.
Creyendo sin conocer nada.
Creí sintiendolo todo.
Yo no sé que diría pachito, tampoco sé que le preguntaría.
Quizás si le viese la cara sabría que decir. probablemente no.
Por mientras me siento a esperar.
Mientras me llevan los mil y me desparramo por el cielo.
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