28.5.09

V

La voluntad de latir está en el sonido
La multitud del tambor
Es la voz de la muchedumbre.
La voz del tambor
Es un corazón que late a herida abierta
En una sola instancia



VI

Me refugio a la sombra de la percusión
Cerca de lo que atraviesa mi piel
A la orilla del contenido manantial
A la sombra de una mirada oscura
Escucho los timbales
Desde los timbales muertos.




Stella Díaz Varín
Los Dones previsibles

1 comentario:

Anónimo dijo...

para dar puntapie, una triada de obras -de autores- admirados.

pk